Volkswagen 39

Un prototipo que, literalmente, también era un Porsche

Volkswagen 39, un prototipo que, literalmente, también era un Porsche

Apodado el “Beetle Pretzel” debido a su forma única con la luneta posterior dividida, el prototipo Volkswagen 39 es una pieza única y extremadamente rara de la historia de la casa de Wolfsburgo y de Porsche. El propio Ferdinand Porsche lo diseñó como un vehículo de prueba de pre-serie, y para la creación de 14 ejemplares, la fábrica de Zuffenhausen usó maquinaria de alta tecnología para la época.

Este Volkswagen es un Porsche genuino y una parte importante de la historia de la automoción alemana. Lo especial de este modelo era el hecho de que había un bloque “Tipo 64” en la zaga del coche en contraste con los otros prototipos de Volkswagen gestados en Zuffenhausen. Esta unidad fue diseñada para su uso en el modelo Berlín-Roma, previo al 356. Este deportivo estaba destinado a conducir a la victoria en la primera carrera de larga distancia entre Berlín y Roma en 1939, por lo que la potencia del motor se aumentó a 32 CV con este propósito.

Con este corazón mecánico bajo el capó, Ferdinand Porsche y su hijo conducían con frecuencia el Volkswagen 39 entre el lugar de producción, la planta de Volkswagen en Wolfsburgo (que aún estaba en construcción) y la capital del país, Berlín. Con esta unidad más enérgica, el modelo en cuestión alcanzó la sobresaliente velocidad máxima de 145 km/h, gracias a la potencia adicional. Los 13 prototipos restantes fueron a parar a figuras y organizaciones políticas, de las cuales se presuponen que no existen actualmente unidad alguna que sea corroborable.

Sin embargo, el motor no era lo único destacable del Volkswagen. Al prepararse para la puesta producción en serie, se usaron máquinas como herramientas de ensamblaje por primera vez en coche: componentes como las aletas o el capó arqueado se hacían en una prensa de carrocería, un método de producción que luego se desarrollaría y se usaría permanentemente. En el 39, sin embargo, el distintivo pliegue vertical en la parte trasera todavía puede verse como una reliquia de esta metodología de trabajo, muy similar al popular pan horneado germano.

Cuando el Volkswagen 39 con el número de chasis “1-00003” salió de la línea de producción de Porsche, su viaje lo llevó a Berlín, a la sede del Frente Laboral Alemán. Poco se sabe sobre su uso allí. Probablemente, se exhibió para generar entusiasmo entre los potenciales clientes, aunque es seguro que el vehículo fuese recuperado de las ruinas en un estado muy lamentable después de la Segunda Guerra Mundial y luego adjudicado a un coleccionista de Hamburgo en 1948. Los 13 prototipos restantes acabaron su vida con figuras y organizaciones políticas.

Aquel entusiasta alemán trabajó repetidamente en el vehículo y lo mantuvo vivo con repuestos modernos, pintándolo en el proceso. En 2014, Thomas König y Oliver Schmidt, fundadores del Museo de Prototipos de Hamburgo, compraron el vehículo clásico. Después de más de tres años de trabajo con un especialista, el modelo 39 “1-00003” fue devuelto a su estado original. Muchos componentes tuvieron que ser fabricados a mano especialmente para esto. Con su acabado de pintura Nitro Black, el único Volkswagen superviviente brilla como el primer día.

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