¿Quieres agilizar tu tasación? Contacta con nuestro equipo comercial - Te ayudarán de forma inmediata en todo el proceso
No te preocupes por nada, nosotros recogemos tu vehículo, te realizamos la tramitación de la baja, o cualquier documentación necesaria.
Te garantizamos la máxima tasación para tu coche o moto en menos de 24 horas laborables.
Nos ocupamos de recoger tu coche o moto en tu domicilio, taller mecánico o en la dirección que nos facilites, ¡todo gratis!
No tienes que preocuparte por tramites interminables, nosotros nos encargamos de todo.
En Netsubasta contamos con gran stock permanente de vehículos. gracias a nuestra amplia red comercial.
Un profesional se encargará de tu caso, ayudándote y acompañándote durante todo el proceso.
Máxima fiabilidad de compra para una gran variedad de profesionales del sector de la automoción.
“Mi experiencia con esta empresa ha sido excelente, no me han podido tratar mejor, yo que soy del gremio de la automoción, llevo ya más de 32 años trabajando y he tratado con muchas empresas, y para mí sin duda es la mejor.” Ginés García Reverte
“Les vendí mi moto tras un accidente, y el trato recibido y la profesionalidad con la que se llevó el expediente fue excelente. Me ayudaron mucho a la hora de realizar los trámites y resolver mis dudas. Lo recomiendo sin lugar a dudas.” Ismael Giner
“Desde el primer momento que me puse en contacto con ellos fueron súper atentos y amables, con mucha paciencia y delicadeza. Se encargan de todo y están pendiente de todo. Nos dieron el triple que en el desguace. La verdad es que ha sido una muy buena experiencia. Y todo legal.” Lidia Gallego
A diario son muchas las personas que pueden encontrarse ante la situación de que la aseguradora declare su vehículo siniestro total.
¿Y ahora qué? ¿Debería venderlo? ¿Los restos de mi coche o moto tienen algún valor económico? ¿Podré recuperar algo de la inversión que hice en él?
Esto es lo que necesitas saber cuando tienes un vehículo “que ya no sirve”. Primero vamos a definir que significa un siniestro total de un automóvil, motocicleta o cualquier otro vehículo.
La mayoría de las aseguradoras funcionan de forma muy similar en este aspecto y declaran el siniestro total cuando la reparación del vehículo supera en un 70% su valor venal (valor del vehículo actual según sus características y antigüedad) aunque ese porcentaje puede variar según el tipo de accidente y la compañía con la que tengamos contratada la póliza. En otras palabras, a la compañía aseguradora le sale más a cuenta indemnizar que reparar el vehículo. Una pérdida total puede declararse porque el coche, moto u otro vehículo haya sufrido un accidente, incendio, inundación, robo, etc.
A veces recibimos de nuestra compañía aseguradora las temidas palabras “siniestro total” y no lo esperábamos. Es común pensar que una pérdida total solamente se da cuando se ha sufrido un accidente de tráfico, pero no es del todo cierto. ¿Por qué motivos pueden declarar tu vehículo como pérdida total?
Aquí te hago un apunte importante, no es lo mismo robo que hurto. En el primer caso tendrás el apoyo de la compañía de seguros, en el segundo caso, no. Te pongo un ejemplo: un robo sería que vayas a coger el coche y te des cuenta de que ya no está dónde lo dejaste, un hurto, en cambio, sería que te dejases las llaves puestas y se llevasen el coche. En ambos casos pierdes el vehículo, pero uno requiere una negligencia por parte del conductor y el otro no.
Cuando un automóvil sufre un incendio o una inundación y los daños afectan a todo el vehículo (o gran parte de él), también suele declararse como siniestro total.
El accidente de tráfico es el caso más común por el que se declara un coche, moto u otro automóvil como siniestro total.
Como ya dijimos anteriormente, solamente nos declararán como pérdida total un vehículo cuya reparación supere el 70 o 75 % del valor venal (esto depende de la compañía con la que tengamos contratada la póliza de seguros). Evidentemente, solamente se peritarán los daños sufridos en el accidente y no aquellos que ya tenía el vehículo antes de que se accidentó.
Cuando has tenido un accidente de tráfico y la aseguradora declara tu vehículo como pérdida total es común que te preguntes si estás obligado a aceptar el veredicto de la aseguradora. Bien, depende de en qué caso te encuentres tendrás que aceptarlo o no, pero de todas formas, te recomiendo que busques asesoramiento profesional.
Si eres el/la culpable del accidente y no tienes un seguro a todo riesgo no te corresponde indemnización, por lo que la reparación de tu vehículo correrá por tu cuenta.
Es importante que sepas que no siempre tendrás que aceptar el veredicto de la aseguradora, puedes negarte a aceptar la pérdida total del vehículo si estás en uno de los siguientes casos:
El primer caso es que el coste de la reparación no supere el triple del valor venal.
Por esto decimos que es importante informarse bien y consultar con profesionales. Si el valor total de reparación del vehículo no supera 3 veces su valor venal, tienes derecho a decidir repararlo. Sin embargo, posiblemente tengas que adelantar tu el importe de la reparación y pelear, quizá mediante vía judicial, que la aseguradora te abone la cantidad después. Este proceso puede llegar a ser bastante largo, incluso durar años.
Otra situación en la que podrás exigir a la aseguradora la reparación del automóvil es cuando ya hayas avanzado los costes de reparación. La compañía de seguros deberá abonar el importe y, en caso de exceder tres veces el valor venal, la diferencia sí correrá de tu cuenta.
Podrás reclamar en los dos supuestos anteriores a tu compañía aseguradora siempre y cuando el culpable del accidente haya sido una persona ajena al vehículo asegurado.
El artículo 1902 del Código Civil recoge: “El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia está obligado a reparar el daño causado” por esta razón, si no eres el culpable del accidente, debe ser el tercero o su aseguradora quien se haga cargo de los daños ocasionados.
El valor venal es el valor que tenía el coche, moto u otro vehículo justo antes de producirse el siniestro y dependerá de las características y antigüedad del mismo, sin embargo. Este es el valor que suelen tener en cuenta las compañías de seguros a la hora de calcular la indemnización que nos darán por el turismo.
¿Cuáles son las opciones cuando tienes un vehículo siniestro?
Te encuentras en posesión de un vehículo declarado siniestro ¿y ahora qué?
Después de un accidente de coche, el vehículo puede convertirse en un quebradero de cabeza tanto legal como financiero para el propietario. Ya no se puede conducir, su precio será muy inferior al de antes del accidente y es posible que ante tal situación, como propietario, te sientas tentado de tirarlo a la basura. Sin embargo, ¿y si te digo que puedes sacar un beneficio económico de los restos de tu vehículo?
Cuando declaran un coche, moto u otro vehículo como siniestro total, tus opciones son: vender sus restos o darle los restos a la compañía aseguradora.
Cuando una aseguradora declara un vehículo como pérdida total, te indemniza según el valor estipulado en la póliza contratada. Este valor se obtiene a partir del valor venal más el valor de restos.
El valor de restos es el valor económico de nuestro coche o moto después del accidente, es decir, de la “la chatarra”. La cantidad del valor de restos varía en función de las piezas que puedan aprovecharse y la antigüedad del vehículo.
Las compañías de seguros venden los restos a desguaces autorizados que calculan su valor en función de las piezas que puedan ser aprovechadas y el valor que tenga cada cada una en el mercado. Esta será la cantidad que nosotros, como propietarios, recibiremos por los restos del vehículo.
El remarketing de vehículos es un sector muy desconocido pero completamente necesario hoy en día ya que proporciona una segunda vida a esa “chatarra”.
Todos conocemos los estragos que la contaminación está creando sobre el planeta y somos conscientes de que el precio de reparación en un taller cualificado muchas veces excede el límite que estamos dispuestos a pagar. Pero las piezas de tu coche o moto tienen mucho valor y pueden ser de gran utilidad para algunos profesionales que saben cómo repararlas y darles una segunda vida.
En Siniestrauto nos ocupamos de ofrecerte la tasación más alta sobre los restos de tu vehículo.
Ofrecemos los restos del vehículo a nuestra red de profesionales del sector de la automoción.
A través de nuestra plataforma online, Netsubasta, hacemos un sondeo diario, gestionando todo el proceso para ofrecerte el valor más alto para los restos de tu vehículo.
Debido a la nueva ley de recambios, recogida en el Real Decreto 20/2017, de 20 de enero, sobre los vehículos al final de su vida útil, vender un vehículo por piezas ya no es posible entre particulares. El gobierno ha tomado esta medida para regular la generación de residuos y su descontaminación.
Siniestrauto nace para ayudar a los particulares proporcionando opciones más rentables. Haciendo de intermediario entre propietarios y profesionales intentamos reducir estos residuos y alargar la vida útil de los vehículos, de esta forma también tratamos de ayudar a reducir la fabricación masiva de los mismos.
Decir adiós a un coche no es algo fácil, lo sabemos bien. Sea por el elevado coste que supone cambiarlo o por el romanticismo del fiel compañero que nos ha acompañado durante tantos años y en tantas aventuras, despedirse no es tarea sencilla. Por eso entendemos que al recibir de la aseguradora el diagnóstico de pérdida total te puede invadir una sensación de incertidumbre y miedo por tener que renunciar a él.
Como respuesta a la pregunta de si puedes o no reparar tu coche, seré franco, depende principalmente de los daños. Otra cuestión es si vale la pena hacerlo o no y esto, solamente puedes saberlo tú. Como ya hemos dicho anteriormente, la compañía aseguradora declara un siniestro total cuando la reparación del vehículo supera el 70% del valor venal. A grandes rasgos podemos traducirlo en que la reparación de tu turismo no va a ser precisamente económica luego ¿puedes hacerlo? Generalmente sí, siempre y cuando las piezas afectadas puedan sustituirse o repararse.
Como os explicamos anteriormente, nuestra compañía de seguros puede declarar un vehículo como pérdida total si la reparación supera el 70% del valor venal del mismo. Aquí os ponemos las averías más costosas que pueden surgir de un accidente de tráfico y por lo que podemos recibir el diagnóstico de siniestro total.
Muchas personas suelen confundir chasis con carrocería, pero no son lo mismo. Podríamos decir que el chasis es el esqueleto del coche, el que soporta realmente el rodaje y las tensiones del vehículo mientras que la carrocería es aquello que lo embellece.
El chasis es uno de los elementos estructurales más importantes para la seguridad de los ocupantes de un vehículo a la hora de sufrir un accidente. Funciona como soporte para todo el resto de piezas por lo que repararlo es un trabajo difícil y complejo.
Seremos sinceros. Cuando existe una deformación en el chasis de un vehículo, por lo general, su reparación suele ser cara y complicada, pero ¿puede hacerse? Depende de si se trata de una deformación ligera o grave.
En el caso de una deformación ligera, un buen profesional podría dejar el chasis casi como nuevo llevando a cabo un enderezamiento en frío. Resaltamos el “casi como nuevo”. Enderezar un chasis es un trabajo complicado y con gran probabilidad de provocar rozaduras o roturas durante el proceso por lo que no suele recomendarse. Por otro lado, si se trata de una deformación grave, su reparación no será viable.
Otro elemento de seguridad pasivo del vehículo son los airbags. Por las redes sociales corren algunos vídeos de airbags que saltan por golpear con fuerza un vehículo, en teoría esto no debería ocurrir y en caso de que así fuese, sería debido a un mal funcionamiento.
Cuando un automóvil tiene un accidente no necesariamente se despliegan los airbags, esto ocurre cuando el accidente ha sido muy fuerte y ha provocado la desaceleración del coche de forma brusca y rápida, como ocurriría en un choque frontal.
Los airbags se despliegan cuando el coche sufre un nivel de desaceleración específico y muy elevado.
Desde el 2006 los únicos airbags que legalmente debe poseer un coche son dos: el airbag frontal y el del pasajero. Sin embargo, hoy en día existen otros tipos que los coches llevan de serie por nuestra seguridad como el airbag de rodilla, trasero, de cinturón, laterales o de peatón.
Tenemos que tener en cuenta que un airbag o sistema SRS (Sistema de Retención Suplementaria) no puede repararse, siempre tendremos que sustituirlo una vez se haya activado. El precio medio de un airbag nuevo es de 350€.
Pero aquí no acaba la cosa. Cuando, después de un fuerte golpe alguno de los sistemas SRS se ha activado, tendremos que revisar la centralita vinculada a la unidad de control del automóvil y si han sido involucrados también elementos como el cinturón de seguridad, la amortiguación o los pretensores. En este caso el precio de reparación rondaría los 1.000€.
En caso de fuerte colisión no tiene porqué desplegarse todos ellos. Por lo general solamente lo harán aquellos necesarios dependiendo de dónde se produzca el golpe y de dónde estén situados los ocupantes del vehículo en el momento del accidente. Los airbags que se hayan desplegado serán los únicos que debamos sustituïr, no todos los que se encuentren en el vehículo.
Evidentemente, dependiendo del airbag que se despliegue, las piezas que habrá que sustituir serán unas u otras, aquí os hago un pequeño resumen de los tipos que hay:
Situado en el centro del volante. Sirve para protegerque el conductor no impacte contra el volante en caso de accidente. Suele desplegarse cuando en golpes frontales a partir de 30km/h.
Evita que las rodillas del conductor impacten contra el salpicadero del coche.
Su función es evitar que el acompañante o copiloto colisione contra el salpicadero del vehículo. Es uno de los airbags de mayor tamaño, llegando a medir 160 litros. Si no hay nadie ocupando el asiento del copiloto, este airbag no suele activarse en caso de accidente. Es muy importante tener en cuenta que debemos desactivar el airbag del pasajero en caso de llevar un sistema de retención infantil.
Su función es proteger la caja torácica y las caderas de los ocupantes del vehículo evitanto que estos choquen contra las puertas en caso de colisión lateral. Por lo general, solamente se activarán en el lado en el que el coche haya recibido el golpe.
Su fucnión es proteger el cuello y la cabeza del conductor. Suelen desplegarse conjuntamente con los airbags laterales y, igual que ocurre con ellos, solamente se activan en el lado en el que el vehículo sufre el accidente.
El Mercedes Clase S y el Ford Mondeo fueron los primeros utilitarios en incorporar este sistema de seguridad. En caso de choque, el airbag del cinturón se incha unos 40 milímetros amortiguando el cinturón y reduciendo la presión en la caja torácica de los ocupantes.
El primer airbag diseñado para proteger no a los ocupantes del vehículo, si no a los que puedan chocar contra él. Se sitúan debajo del capó del motor. Al desplegarse cubre toda la parte delantera del vehículo amortiguando el golpe del peatón contra el coche.
Se sitúan en los respaldos de los asientos delanteros. Se inflan en forma de U para proteger a los ocupantes sentados atrás de un golpe contra los asientos en caso de un accidente frontal.
Como ya habrás podido comprobar, lo normal al encender el coche es que el testigo del airbag se encienda durante unos segundos. Esto ocurre porqué nuestro vehículo está haciendo unas comprobaciones sobre su estado y conexión.
Antes de nada, comprueba que el cinturón de seguridad esté bien abrochado. Esta suele ser una de las causas más habituales. Si ya has descartado esta posibilidad te cuento otros motivos por los que puede pasar.
Es importante recordar que si nuestro coche tiene entre 10 y 15 años, los airbags deberías sustituir los airbags como medida de seguridad.
Por último, uno de los motivos más habituales por los que se declara un coche, moto u otro vehículo como pérdida total es porque en el accidente, el incendio o la inundación se han visto afectadas piezas mecánicas de gran valor. Las partes más habituales que se ven afectadas en un accidente de tráfico y que más coste requiere su reparación son:
Tenemos que tener en cuenta que el motor es el corazón de nuestro automóvil y, como puede ocurrir en las relaciones sentimentales, no cualquiera sabe manipularlo. Mientras más partes del motor se vean afectadas, más difícil será recuperarlo y que el seguro se haga cargo del importe. El coste de la reparación será más o menos dependiendo de los cilindros del motor y, si el motor es sobrealimentado, lamento decirte que estarás ante el peor de los casos.
Estos dos elementos son los responsables de la comodidad de conducción, la maniobrabilidad y de la estabilidad del vehículo. La suspensión y la dirección son partes fundamentales de la seguridad a la hora de conducir un automóvil. En un accidente puede verse dañada alguna o algunas de las partes, su reparación o sustitución puede llegar a tener un precio muy elevado.
Es posible que, como propietario de un vehículo, te hayas encontrado por primera vez con estos términos al firmar la póliza del seguro pero, es muy recomendable que tengas en cuenta en qué se diferencian y cómo se calcula cada uno de ellos para evitarte sustos con tu compañía aseguradora.
En especial, son el valor de mercado y el valor venal los que crean mayor confusión entre los propietarios y es que son conceptos muy parecidos pero con matices que necesitas conocer.
El valor venal de un vehículo es el valor exacto que tenía antes de producirse el accidente o siniestro. Este valor tiene en cuenta la antigüedad, el modelo y la marca del vehículo, pero no el kilometraje ni el mantenimiento que haya tenido.
A la hora de calcular el valor de mercado, también conocido como valor de reposición, igual que ocurre con el valor venal del vehículo, se tiene en cuenta la antigüedad, el modelo y la marca pero también, el mantenimiento, el estado y los extras que tenga el coche. Es por este motivo que el valor de mercado suele ser entre un 15 y un 25 por ciento mayor que el valor venal.
Para calcular el valor venal de un coche, moto u otro vehículo, las compañías aseguradoras se basan en unas tablas tipo Ganvam y/o Eurotax dónde aparece el valor de cada vehículo según marca y modelo y año de fabricación.
Para los usuarios, en los que posiblemente te encuentres, el Ministerio de Hacienda lanza anualmente una tabla para el pago de impuestos de los vehículos. Basándonos en esta tabla y restando un porcentaje de depreciación, podemos calcular el valor venal de nuestro automóvil de forma orientativa.
Hay que tener en cuenta que:
“El importe que resulte de la aplicación de los porcentajes anteriores se reducirá al 70 por 100 cuando el vehículo transmitido hubiese estado dedicado exclusivamente durante más de seis meses, desde la primera matriculación definitiva, a las actividades de enseñanza de conductores mediante contraprestación o de alquiler de vehículos, sin conductor, o bien tuviera la condición, según la legislación vigente, de taxi, autotaxi o autoturismo.”
Sin embargo, para calcular de forma rápida el valor venal de nuestro vehículo, existen calculadoras de valor venal dónde solo tendremos que seleccionar el modelo, la marca, el tipo de siniestro y la fecha de matriculación de nuestro coche o moto para recibir un cálculo bastante acertado sobre la cantidad que podemos recibir por nuestro vehículo.
El valor de restos es el valor que tiene un automóvil o motocicleta después de haberse producido el siniestro. En resumen, es el precio que un desguace pagaría por “la chatarra” que queda del vehículo después de un siniestro. El valor de restos variará dependiendo de las piezas que puedan aprovecharse del vehículo, de la antigüedad y de su estado.
Cuando un vehículo ha sido declarado siniestro total por una compañía aseguradora y el propietario bien lo ha reparado o bien lo ha vendido a una empresa o profesional que va a repararlo deberá pasar, obligatoriamente, la Inspección Técnica del Vehículo (ITV) antes de volver a circular. Según se recoge en el Real Decreto 265/2021 en vigor desde el 14 de abril de 2022.
El nuevo reglamento pretende evitar estafas por parte de los vendedores y aumentar la seguridad con la garantía de que el vehículo está en condiciones de circular por las carreteras.
En caso de que un conductor sea parado con un vehículo sin la Inspección Técnica (ITV) superada, se enfrentará a una sanción o multa por circular sin ITV.
Una novedad en el Real Decreto a la que prestar especial atención es que las bajas temporales de un vehículo no podrán superar los 12 meses desde su solicitud.
Una vez cumplido el año desde la solicitud de la baja, a no ser que el propietario del vehículo haya solicitado una prórroga, el vehículo volverá a hacer frente a los gastos correspondientes derivados de las obligaciones administrativas y fiscales, es decir, volverá a estar activo a efectos legales.
Otra novedad es que para evitar los “coches zombies”, denominados así por ser vehículos abandonados ocupando e inutilizando plazas de aparcamiento privadas o públicas, el Real Decreto impone un máximo de dos meses antes de finalizar la baja temporal para que el propietario del vehículo pueda solicitar una prórroga.
Esta medida pretende obligar a los propietarios a llevar su vehículo a un Centro Autorizado de Tratamiento (CAT) para su correcta descontaminación y controlar la generación de residuos.
En enero de 2022 la DGT anuncia que 4 de cada 10 vehículos en España circulaban sin ITV, una cifra realmente alarmante para la seguridad vial.
Un estudio del Instituto de Seguridad del Vehículo Automóvil Duque de Santomauro (ISVA) de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) ha demostrado que se podría haber evitado 146 muertes, 11.643 heridos y 13.517 siniestros si los vehículos que no pasaron la inspección lo hubieran hecho.
Este estudio demuestra la relación que existe entre las víctimas mortales en un accidente, la antigüedad del vehículo y si el automóvil no tiene la ITV superada.
Si un agente de tráfico detiene tu vehículo y no tienes la Inspección Técnica del Vehículo en vigor, lo más probable es que te retiren el permiso de circulación y te proporcionen un volante que te dará permiso para conducir hasta un taller mecánico o una estación de ITV oficial. El plazo para circular con este permiso provisional es de 10 días.
Además, el agente te abrirá un proceso sancionador, dónde se te impondrá una multa dependiendo del tipo de infracción.
Gracias a las cámaras instaladas por la Dirección General de Tráfico (DGT), capaces de leer las matrículas de los vehículos y comprobar si estos tienen en vigor la ITV, a día de hoy, se puede sancionar a los conductores sin necesidad de que un agente dé el alto.
A día de hoy, la cuantía estipulada por circular con un coche, moto u otro vehículo pasado el plazo de inspección de ITV, es decir, llevando la ITV caducada es de 200€ con un descuento del 50% si pagamos la multa de forma inmediata.
En el caso de que el conductor sea descubierto circulando con un automóvil u otro vehículo con la ITV negativa, la sanción será bastante más alta ya que se estarían incumpliendo las condiciones que garantizan la seguridad del conductor y de las demás personas que compartan vía con él. En este caso se deberá abonar 500€ sin descuento por pronto pago.
La multa por circular con ITV desfavorable es la misma que la de circular sin ITV, 200€ con posibilidad de descuento si se paga inmediatamente de 100€.
Por la connotación negativa que tienen estos dos resultados, es bastante común que tiendan a confundirse sin embargo una ITV negativa no es lo mismo que una ITV desfavorable.
Cuando nos dan una ITV desfavorable el conductor cuenta con un plazo de dos meses para reparar el vehículo, pudiendo circular únicamente, para llevarlo a un taller y volver a pasar la inspección ITV una vez reparado.
Por otro lado, una ITV negativa es bastante más grave ya que se considera que el vehículo no es apto para circular por la vía y por lo tanto será inmovilizado. El conductor, en este caso, deberá contratar un servicio de grúa para llevar el coche a un taller y, posteriormente, una vez reparado, volver a contratar el servicio de grúa para llevarlo nuevamente a la estación ITV.
La obligatoriedad y la frecuencia con la que debemos pasar la Inspección Técnica de nuestro vehículo se encuentra regulada en el Real Decreto 920/2017, de 23 de octubre, sin embargo, los elementos de nuestro vehículo que deben ser inspeccionados, así como los criterios a los que deberán atenerse las estaciones de ITV reglamentarias se encuentran en el manual ITV.
Los turismos están exentos de pasar la inspección los primeros 4 años, de 4 a 10 años deberán pasar la ITV cada dos años y, los que superen los 10 años de antigüedad deberán hacerlo anualmente. Por otro lado, las furgonetas y vehículos ligeros con más de 10 años tendrán que pasarla cada 6 meses.
La normativa indica que todo coche o moto debe pasar la ITV cada cuatro años. Pero existen algunas excepciones de vehículos que no tienen que enfrentarse a esta inspección técnica. Los vehículos de menos de 25 km/h como los patinetes eléctricos, vehículos especiales agrícolas, maquinaria de obra o los motocultores agrícolas. También, como ya hemos comentado anteriormente, dependiendo del tipo de vehículo, estarán exentos aquellos de menos de 4 años de antigüedad.
Pasar la ITV es un trámite que preocupa, en menor o mayor medida, a todos los conductores. Una ITV desfavorable o negativa significa un desembolso económico que no es plato de buen gusto para nadie. Aquí te hacemos una pequeña lista de cuáles son las comprobaciones que hacen a los vehículos a la hora de enfrentarse a una inspección:
Lo primero que suele comprobarse es que el número de bastidor sea legible y no esté manipulado, también que la matrícula esté en buenas condiciones y sea perfectamente reconocible.
Después se comprueba la carrocería del coche y el alumbrado y señalización (intermitentes, luces de cruce, largas y antiniebla, freno, marcha atrás y emergencia).
También se comprueba, en la parte interior del vehículo, que los asientos estén en buenas condiciones, los cinturones de seguridad, que no haya testigos encendidos, el claxon, que las ventanillas y limpiaparabrisas funcionen correctamente y tenga líquido, etc.
El estado de los neumáticos, de los frenos y la suspensión son elementos a los que se les presta especial atención ya que su mal funcionamiento es el causante de muchos accidentes fatales. Por último se hace el control de contaminación (las emisiones del escape y análisis de gases).
Recordemos que el control de contaminación para los vehículos gasolina es distinto que para los diésel.
La vida da muchas vueltas, y en ocasiones es necesario viajar al extranjero por un tiempo prolongado. No, nos referimos a ti y tu condición como humano, si no a tu coche. Pongamos que quieres venderlo, y te ha contactado un forastero de otro país. ¿Se lo puedo vender sin más? O que tengas que mudarte fuera de las fronteras españolas y quieras llevarte tu coche contigo. ¿Qué tengo que saber para exportar el coche?
Porque no es algo tan sencillo como poner un anuncio en la web y/o llevarte tu compañero de viajes a otro país sin más. Para hacerlo como la Ley manda, se han de valorar una serie de condiciones y requisitos. Y desde Tráfico nos recuerdan que, en estos casos, es necesario realizar dichos trámites antes de hacer efectivo el cambio de residencia.
En materia aduanera, hay que tener en cuenta una serie de requisitos a la hora de exportar un vehículo. La mejor solución es contar con un transitario de confianza que te ayudará y te asesorará a la hora de hacer la exportación de la mejor manera posible. Con todo, estos son los documentos que necesitarás para poder llevar a cabo la exportación:
Identificación: se debe acreditar la identidad de la persona que está vendiendo el vehículo. Cuando se trata de una persona física hay que presentar un documento oficial en el que se demuestre la identidad y domicilio del titular. Para ello se puede presentar el Documento Nacional de Identidad (DNI), el permiso español de conducción, la tarjeta de residencia (si se es ciudadano extranjero), el TIE o el pasaporte.
Permiso de circulación: este es un documento imprescindible con el que debe contar todo vehículo que circule por España. Se trata de un documento oficial que concede el permiso para circular por el país de forma legal. Cuando se quiere vender un vehículo, sea en el país o al extranjero, debe entregarse este permiso.
ITV: la Tarjeta de Inspección Técnica de Vehículos también debe acompañar a los papeles para la exportación de vehículos desde España. Todos coche registrado en Tráfico debe pasar, de forma periódica, unas inspecciones técnicas que tienen carácter obligatorio. Sin la ITV es imposible vender el coche ni en el extranjero ni en España.
IVTM: el Impuesto Municipal sobre Vehículos de Tracción Mecánica se paga una vez al año, a principios del mismo. Es necesario estar al corriente de las obligaciones fiscales derivadas del coche para poder venderlo o darlo de baja.
Contrato de compraventa: para poder vender el coche al extranjero es necesario presentar el contrato de compraventa. En él se acredita que el vendedor es el dueño y su deseo de venderlo a otra persona. Además, debe especificarse el precio de venta y las características del vehículo. También debe mencionarse a la parte a la que se vende y la identificación de la misma, incluyendo su domicilio.
Para exportar un vehículo hay que tener en cuenta una serie de trámites previos para poder realizarla y no saltarse ningún paso. En un primer momento, se debe valorar el país dónde se ha matriculado el vehículo. En el caso de España, para poder exportarlo hay que hacer la baja definitiva por exportación o tránsito comunitario en la Dirección General de Tráfico (DGT), tanto si se destina a un país de dentro de la Unión Europea (UE) cómo si no.
Cuando se presenta toda la documentación necesaria ante la DGT, ésta tramitará la baja por venta a un país extranjero. Una vez ejecutada, se anula el permiso de circulación español y se hace una anotación en el documento. Dicho documento se entrega al nuevo propietario junto con la ITV. Todos estos documentos son imprescindibles para que el comprador pueda matricular el coche en el país de destino; de lo contrario, no podrá circular con él.
Desde el momento en el que se haya cursado la baja y hasta que el vehículo se matricule en su nuevo país de destino, la DGT sugiere dos opciones para realizar el traslado:
También la DGT menciona en la sede electrónica de su página web oficial que, si el país de destino se encuentra fuera de la UE, es imprescindible aportar una declaración responsable del titular donde se haga constar que el coche no es un residuo ni proviene de un desguace.
El trámite de baja definitiva por traslado del vehículo a otro país se puede realizar de forma presencial en las Jefaturas Provinciales de Tráfico u online a través del Registro Electrónico. Para formalizar la gestión, se tiene que reunir la siguiente documentación:
Solicitud en impreso oficial relleno, que se facilita en las Jefaturas de Tráfico o que puede descargarse en la página web oficial de la DGT.
Identificación del interesado para personas físicas (DNI, permiso de conducción español, tarjeta de residencia, pasaporte y/o NIE); y personas jurídicas (Tarjeta de identificación fiscal y modelo de acreditación o representación jurídica, junto con el documento de identidad de la persona que lo firme).
Documentación del vehículo original: permiso de circulación y tarjeta de ITV, o una declaración responsable de no disponer de la mencionada documentación.
Justificante de pago con los datos de la tasa adquirida previamente.
Declaración responsable en la que se haga constar que el vehículo no es un residuo, para los casos en los que el traslado vaya a realizarse a un país no perteneciente a la UE.
En caso de existir una carga o precinto sobre el vehículo, no es posible hacer efectiva la baja definitiva por exportación. Por lo tanto, será preciso cancelar el precinto antes de gestionar la solicitud de baja del mismo. Si dicha limitación procede de una disposición inscrita en el Registro de Bienes Muebles, esta tendrá que ser cancelada o en ella se deberá aportar un consentimiento expreso de la entidad financiera para poder tramitar la baja.
Para exportar un vehículo necesitas prepararlo correctamente, por lo que sería fundamental que respetases las siguientes recomendaciones:
Si estás pensando en exportar un vehículo usado o en transportar tu coche como parte de una mudanza, debes tener en cuenta que en algunos países existen ciertas limitaciones a la entrada de vehículos de segunda mano. Por ejemplo:
De cualquier forma, siempre es vital revisar con cautela los requisitos que solicitan en otros países a la hora de exportar un vehículo ya que no solo es válido con cumplir las condiciones españolas.
Las averías mecánicas son uno de los grandes enemigos del propietario de un vehículo, especialmente si este ya tiene algunos años.
Algunas averías pueden suponer un auténtico quebradero de cabeza y es entonces cuando nos hacemos la gran pregunta ¿vale la pena reparar el coche o es mejor pasar página y sustituirlo por uno nuevo? Responder a esta pregunta es muy difícil ya que solamente puedes decidirlo tú. Depende del valor del coche, tanto económico como sentimental, de cuántos años más crees que puedes utilizarlo y un gran etcétera.
Algo en lo que sí te puedes apoyar a la hora de decidirte es la gravedad de la avería. A continuación te dejo una lista con las averías más caras de reparar, no solo por el precio de la pieza que tengamos que sustituir, sino sobre todo por las horas de trabajo de un profesional cualificado que conlleva la reparación.
Las cajas de cambio suelen tener una vida útil bastante larga, normalmente, igual que la del vehículo. El tipo de averías y su reparación dependerá de varios factores y serán distintos si se trata de una caja manual o una automática.
Una de las averías más frecuentes en una caja de cambios podemos detectarla por un olor a quemado. Esto supone que la transmisión se está sobrecalentando y normalmente ocurre porque el radiador que tienen algunos vehículos para enfriar el aceite se ha averiado o, también puede ser que los niveles de líquido sean muy bajos. Si le ponemos remedio rápidamente sustituyendo el líquido y reparando algún elemento que se haya dañado podemos solucionarlo sin demasiado desembolso económico.
Un mal mantenimiento de la caja de cambios o un exceso de kilometraje puede acarrear graves y costosos problemas en tu coche. La avería en una caja de cambios es una de las más temidas para los propietarios de un vehículo, aunque debo añadir que rara vez ocurren. Hay que tener en cuenta que reparar una caja de cambios suele suponer muchas horas de trabajo a lo que hay que sumar la pieza que habrá que sustituir.
Las averías más comunes de una caja de cambios son:
El exceso de kilómetros hace que con los años los engranajes se desgasten y vayan perdiendo material. Este desgaste provoca que se forme una holgura entre ellos, cosa que produce un molesto sonido.
La forma de solucionar el problema es desmontar y abrir la caja de cambios. Normalmente un mecánico deberá sustituir los engranajes y posteriormente hacer una sincronización de la caja de cambios. El proceso de reparación puede tardar entre 12 y 16 horas (quizá más) por lo que el precio de este trabajo es muy elevado.
Para que funcione correctamente el embrague todas las piezas deben estar en buen estado. Si un cojinete se desgasta podemos detectarlo si notamos cierta vibración al pisar el pedal del embrague, si sentimos que el pedal no trabaja con soltura, es decir, se atasca o si escuchamos ciertos chirridos o ruidos extraños al usar el embrague.
Cualquiera de estos síntomas nos puede dar una idea de que los cojinetes están desgastados y ha llegado el momento de sustituirlos.
Los cojinetes no son una pieza realmente costosa, aunque su sustitución requiere entre dos y cuatro horas de trabajo, por lo que, normalmente es preferible sustituir el embrague completo.
Una de las mayores averías en las cajas manuales son los fallos en las varillas. Si sientes dificultad al meter la marcha es probable que te encuentres ante la situación de que una de las varillas se haya deformado o roto. Una revisión periódica de nuestro vehículo solucionaría este problema.
Si el embrague se encuentra en mal estado será muy peligroso circular con el vehículo. Por norma general, deberemos cambiar el kit completo para asegurarnos que no haya provocado más fallos.
Seguro que alguna vez has escuchado a alguien decir con preocupación que su coche tiene una avería de junta de culata. Esto se debe a que es una pieza del vehículo muy importante y que la reparación de esta avería es una de las más caras a las que debe enfrentarse el propietario de un automóvil y en muchas ocasiones, dependiendo del vehículo y los años de antigüedad que tenga, quizá no valga la pena repararlo.
La pieza en sí no tiene un coste demasiado elevado, pero sustituirla requiere aproximadamente 20 horas de trabajo y las manos de un profesional cualificado ya que ocupa un lugar de difícil acceso y obliga a separar la culata del bloque motor.
Los sistemas de sobrealimentación mediante turbocompresores son utilizados, sobre todo, por coches deportivos y ya se sabe, a más piezas, más averías. La pérdida de potencia, humo azulado saliendo del tubo de escape o escuchar un silbido o ruidos similares a gruñidos al acelerar el automóvil, son los principales síntomas que se traducen como un problema con el turbo. Cómo prevenir es mejor que curar, un buen mantenimiento y cuidado de esta pieza puede alargar su vida incluso igual a la del vehículo. Si necesitas más información sobre causas y averías del turbo, aquí te dejo un artículo bastante completo de nuestro blog.
Existen dos tipos de volante motor o volante de inercia monomasa (menos comunes, dejaron de fabricarse hace aproximadamente 20 años) y bimasa y su principal función es la eliminación de las vibraciones procedentes de la mecánica del vehículo.
El volante motor es bastante susceptible de averiarse. Evitando acelerones fuertes a bajas revoluciones, soltando el embrague con delicadeza y vigilando el estado del motor de arranque (un mal funcionamiento en el motor de arranque provoca un mayor trabajo en el volante motor) podremos alargar la vida útil del volante de inercia.
Es un elemento bastante caro y sustituirlo exige de un profesional cualificado. Se recomienda cambiarlo siempre que se cambie el embrague.
La función de los inyectores, tanto en los motores diésel como gasolina, es la de pulverizar el combustible dentro del cilindro de compresión del motor para que se produzca una combustión. En los motores diésel los inyectores suelen fallar más que en los motores de gasolina debido a que trabajan a más bares de presión. ¿Un coche puede circular con un fallo en los inyectores? Si, aunque no es recomendable que prolongues su reparación durante demasiado tiempo ya que la falta de combustible puede provocar averías mayores y la reparación salirnos más cara todavía.
Cambiar un inyector en un vehículo gasolina cuesta aproximadamente 250€ y en un diésel 500€. Como ocurre con otras reparaciones, lo más caro será la mano de obra. Para cambiar un inyector se necesita un profesional cualificado trabajando varias horas.
El cigüeñal es una de esas piezas fundamentales en un vehículo y de las que escuchamos hablar solamente cuando presentan algún fallo. Una avería en el cigüeñal puede presentarse en la correa y/o en la polea. Sustituir una polea del cigüeñal costará aproximadamente 200€ más la mano de obra. Un profesional tardará entre hora y media y dos horas en cambiar la polea.
Por otro lado, si se rompe la correa la centralita del coche nos avisará que existe un fallo motor y su reparación será mucho más larga y costosa.
El bloque motor es el componente central del motor de un coche, el encargado de soportar a todos los demás componentes del motor. Por lo tanto, una avería en el bloque motor supone que el automóvil funcione de forma condicionada o incluso que deje de funcionar.
Como siempre, dependerá de la marca y del modelo de vehículo, pero su reparación suele ser muy costosa y normalmente requerirá cambiar el motor completo.
Un filtro de partículas obstruido provocará un fallo en el turbo rápidamente. Ya hemos hablado de que el reemplazo de un turbo tiene un precio bastante elevado. Es muy importante (y no siempre ocurre) que cuando sustituyamos el turbo también debamos limpiar (o cambiar) el filtro de partículas ya que, de lo contrario, volveremos a estar en la misma situación en poco tiempo.
El filtro de partículas es obligatorio para los motores diésel desde el 2011, cuando se instauraron las nuevas normativas anticontaminación. La limpieza se hace con una máquina de ultrasonidos que poco a poco va desencriptando las partículas del filtro, dependiendo del motor de nuestro coche el precio de la limpieza oscila entre los 150 y los 500€ Sin embargo, esta es una opción completamente temporal, pasados unos kilómetros volveremos a encontrarnos ante el mismo problema. Lo más recomendable, cuando tenemos un filtro de partículas obstruido, es sustituirlo por uno nuevo (si nos lo podemos permitir, claro está). El precio de sustitución es de aproximadamente 2.000€
La biela es el elemento encargado de transmitir la fuerza ejercida por el cigüeñal al pistón permitiendo así que se produzca la combustión. Es una pieza pequeña pero realmente muy importante para el funcionamiento del motor de un coche.
La sustitución o reparación de una biela puede llegar a suponer 20 horas de trabajo de un mecánico profesional, más la pieza, que puede costar hasta 1.500€, por lo que en la mayoría de los casos no vale la pena, económicamente hablando, hacerlo.
Es cierto que el aire acondicionado del automóvil no es indispensable para la conducción pero también es verdad que se ha convertido en un imprescindible para la mayoría de conductores no sólo por la comodidad que proporciona capitanear un coche bien climatizado sino también porque ayuda a la concentración del conductor y por lo tanto a la seguridad.
El precio de reparación del aire acondicionado de un coche varía en función del tipo de avería, de la marca y del modelo. No será lo mismo reparar una avería en un Tesla que en un Citroen. Reparar las averías más comunes de un aire acondicionado oscila entre los 300 y 900 euros aproximadamente.
Con tantos vehículos en las carreteras, los accidentes entre vehículos son un peligro habitual para muchos conductores. Algunos accidentes son inevitables, pero muchos de ellos pueden ser prevenidos y suelen ser causados por el descuido, la falta de atención o el desprecio por la seguridad de uno mismo y de todos aquellos que lo rodean.
Un accidente puede ocurrirle a cualquier persona en casi cualquier situación. Comprender la causa de la colisión es esencial para decidir quién es responsable, pero el tipo de accidente también puede ser relevante para un reclamo. Esto puede afectar al alcance y la naturaleza de las lesiones de la víctima. Ciertos tipos de impactos también dan lugar a suposiciones sobre quién pudo haber tenido la culpa, por lo que es posible que debas de tener en cuenta algunas nociones si presentas una demanda.
Si bien cada accidente es único, existen algunos patrones sobre cómo ocurren los choques. Ser consciente de ellos podría ayudarte a evitar un accidente. Por eso, a continuación te describimos los tipos de colisiones que se pueden sufrir y qué efectos provocan a posteriori.
Sin embargo, cabe destacar un pequeño matiz: un choque y una colisión no es lo mismo. Un choque se produce cuando un vehículo en movimiento impacta contra otro o un objeto que está parado y no se mueve, mientras que hablamos de una colisión cuando intervienen, al menos, dos vehículos que están en circulación. Una vez vista la diferencia, analicemos los distintos tipos de colisiones que podríamos sufrir en la vía.
Las colisiones por alcance desde atrás a menudo se deben a que los conductores no prestan atención a la carretera o no guardan la correspondiente distancia de seguridad. Cuando un conductor no mantiene suficiente espacio con respecto al vehículo de adelante en el tráfico, entonces puede carecer de tiempo y espacio para frenar y evitar una colisión si el tráfico se detiene repentinamente.
La conducción somnolienta, en estado de ebriedad y distraída son contribuyentes comunes a las colisiones traseras, como ir mirando el teléfono móvil. Si bien aquel que circule detrás tuya suele causar el choque al conducir demasiado cerca, este no siempre tiene la culpa. Tú, como conductor que circula por delante, podrías ser el culpable si te detienes de golpe en un luagr donde el tráfico es activo o si haces un movimiento repentino sin razón alguna.
¿Y qué puede provocar una colisión por alcance posterior? Más allá de los daños materiales en los vehículos y/o la vía, las lesiones en colisiones traseras van desde leves hasta graves. Incluso a bajas velocidades, las víctimas de accidentes traseros pueden desarrollar lesiones graves, como huesos rotos, lesiones en el cuello y daños en la médula espinal.
Las colisiones frontales se encuentran entre los tipos de choques más peligrosos, aunque son menos comunes que otros tipos de accidentes automovilísticos. Debido a que ambos vehículos se mueven uno hacia el otro, la fuerza del impacto aumenta. Como consecuencia, es mucho más probable que las colisiones frontales provoquen lesiones graves o la muerte que otros tipos de accidentes automovilísticos.
Como en el punto anterior, los motivos más comunes de las colisiones frontales incluyen las distracciones, estar en estado de ebriedad o bajo los efectos de sustancias estupefacientes, el cansancio, el exceso de velocidad y la conducción imprudente. Las lesiones por colisiones frontales suelen ser más graves y pueden incluir lesiones cerebrales traumáticas, daño de la médula espinal, daño de órganos internos o huesos rotos, entre otros.
Las colisiones de impacto lateral ocurren cuando un coche que se mueve en una dirección golpea a otro vehículo en un ángulo perpendicular. Los vehículos, normalmente, forman una "T" cuando chocan. Estas son especialmente peligrosas para los ocupantes del vehículo que es golpeado en el costado. Los laterales tienen menos masa para absorber el impacto de una colisión que los extremos delantero y trasero de un vehículo.
Las colisiones de impacto lateral, a menudo, son causadas por conductores que no ceden el paso, no se detienen en las intersecciones o ignoran las señales de tráfico, la mayoría de las veces en el cruce entre una o más vías. Un conductor que está distraído, incapacitado para disponer de todas sus facultades o que conduce de manera imprudente puede causar una colisión de tipo impacto lateral que puede ser financieramente responsable por las lesiones que otros sufran en el choque.
Las colisiones de deslizamiento lateral ocurren cuando dos o más vehículos viajan paralelos entre sí y un vehículo golpea el costado del otro automóvil. Los conductores que no giran la cabeza para comprobar sus puntos ciegos antes de incorporarse a los carriles o cambiar de carril provocan con frecuencia esta clase de colisiones.
Los accidentes por un golpe lateral son peligrosos porque el impacto inicial puede hacer que uno o ambos vehículos pierdan el control y se salgan de la vía o entren en otros carriles. Los vehículos pueden golpear a otros automóviles, peatones, ciclistas u objetos al costado de la carretera. Como consecuencia, las lesiones y daños de un choque lateral pueden ser graves, especialmente cuando hay un impacto secundario después del choque inicial.
Las lesiones comunes incluyen el latigazo cervical, huesos rotos, daños a algunos órganos internos, daño a la médula espinal, lesiones en la cabeza y lesiones cerebrales traumáticas. La mayoría de los choques laterales suelen resultar de la falta de atención del conductor, el exceso de velocidad, la imprudencia o las tan comunes distracciones.
Los accidentes de un solo vehículo son sorprendentemente habituales. Este tipo de colisión, generalmente, se produce cuando un conductor choca contra algo en su camino, como un animal, una carga que se ha caído de un camión, un desprendimiento de una montaña o un bordillazo fuerte.
Los accidentes de un solo vehículo pueden ocurrir cuando un peligro hace que el vehículo se desvíe de la carretera, donde podría golpear una farola, una barandilla u otro obstáculo. En función de dónde ocurra el accidente, el vehículo puede volcar o caer en una zanja. A pesar de que solo involucra a un vehículo, las lesiones en estos choques pueden ser graves cuando el susodicho golpea un objeto grande o pesado y cuando el coche vuelca.
Las causas comunes de choques de un solo vehículo incluyen conductores que abusan de las drogas o el alcohol, conducir demasiado fatigados, exceso de velocidad, malas condiciones climáticas y animales en la carretera. Algunos de estos accidentes vienen por la negligencia de otra parte, como un área de trabajo en la vía mal señalizada o la conducción imprudente que hace que otro conductor se desvíe y se salga de la carretera para evitar llevarse por delante a otra persona que, seguramente, no lo merezca.
Los accidentes de tres o más vehículos pueden ser catastróficos. La participación de varios vehículos significa que hay más personas que pueden resultar lesionadas y más pólizas de los seguros que pueden estar disponibles para brindar una compensación a los afectados. Los accidentes entre varios vehículos, a menudo, son el resultado de una colisión trasera y su derivada reacción en cadena.
Cuando un vehículo queda atrapado entre otros dos, los ocupantes del vehículo central pueden sufrir lesiones catastróficas. Determinar la culpa de las colisiones de varios vehículos puede ser un desafío. Más de un conductor puede tener parte de la culpa y las compañías de seguros suelen lavarse las manos. En estos casos es crucial obtener ayuda de un abogado con experiencia en accidentes automovilísticos si has resultado lesionado en un accidente de esta tipología.
Los accidentes de vuelco ocurren en una amplia gama de circunstancias y es más probable que causen lesiones de gravedad. La fuerza de ser volcado en un vehículo en movimiento, a menudo, deriva en lesiones graves a cualquier persona dentro del vehículo. Los accidentes de esta clase pueden provocar también un incendio debido al combustible derramado o a la ignición de la carga, lo que puede causar lesiones adicionales o fatales.
Un accidente que implique un vuelco también puede provocar la expulsión del conductor o de los pasajeros del mismo, lo que provoca lesiones extras en el impacto. Algunas causas comunes de choques con vuelcos incluyen el exceso de velocidad, la conducción distraída, la conducción en estado de ebriedad, la conducción fatigada, la conducción fuera del arcén de la carretera y otros vehículos u objetos que nos obligan a salir de la vía.
Se supone que todos los conductores deben verificar sus puntos ciegos antes de cambiar de carril o incorporarse, pero no todos lo hacen de manera constante. Cuando uno de ellos no verifique sus puntos ciegos, puede chocar fácilmente contra otro vehículo y motivar un accidente. Este error del conductor también es una de las causas más comunes cuando se sufre una colisión lateral.
Sobre todo los coches pequeños y las motocicletas pueden desaparecer en el punto ciego de un vehículo más grande. Estos son especialmente vulnerables a los accidentes de barrido lateral debido a su tamaño. Asimismo, los camiones grandes en la carretera tienen puntos ciegos proporcionalmente de mayor tamaño, lo que los convierten en un riesgo grave para otros conductores. Dependiendo de la velocidad, el ángulo de impacto y otros factores, las colisiones por punto ciego pueden provocar lesiones importantes.
Incluso a velocidades aparentemente bajas, un coche de 1.000 a 1.500 kilos libras o un SUV de más de dos toneladas puede generar una fuerza sustancial en el impacto. Los peatones y ciclistas corren un riesgo extremo independientemente de la velocidad del vehículo que los golpee.
El ángulo de impacto tiende a importar más que la propia velocidad de impacto. Las lesiones más comunes por los accidentes a baja velocidad incluyen el latigazo cervical, lesiones por aplastamiento, lesiones en el cuello y la espalda, hematomas graves, huesos rotos y lesiones en la cabeza o la cara. Sin embargo, pòdríamos decir que este es el "mejor" de las colisiones que uno podría sufrir, puesto que los daños pueden ser minimizados sustancialmente al tener un tiempo de reacción mayor.
Incorporarse a un carril repleto de tráfico puede ser difícil incluso para los conductores más experimentados. No sorprende que las colisiones para meterse en una vía sean comunes. Los conductores que intentan incorporarse al tráfico pueden causar un accidente si no controlan sus puntos ciegos, no igualan la velocidad del resto del tráfico o conducen de manera imprudente, ya sea demasiado rápido o demasiado lento.
En algunas circunstancias, otros conductores pueden motivar los accidentes al incorporarse cuando aceleran para interceptar a alguien que intenta incorporarse en una carretera. Los accidentes de este tipo tienden a ocurrir a velocidades bastante altas, por lo que las lesiones resultantes para los conductores y otros ocupantes suelen ser graves, justamente esas que hemos visto en los puntos descritos más arriba. Por eso es vital conducir con precaución y todos y cada uno de nuestros sentidos puestos en la carretera.
Horario comercial es de Lunes a Viernes de 9.00h a 14.00h. y de 15.00h a 19.00h.
O si lo prefieres
Llámanos al 916 917 797Te ofrecemos la tasación más alta
en menos de 24 horas