Coche siniestro total

Todo lo que necesitas saber

Siniestro total del un coche: todo lo que necesitas saber

Los accidentes viales son el pan nuestro de cada día, sobre todo en las zonas congestionadas de la jungla urbana, y las peligrosas carreteras comarcales de nuestro país. No es del gusto de nadie experimentar un accidente, y menos aún cuando nuestro querido coche es declarado como un siniestro total. Estamos sanos y salvos, pero nuestro compañero de viaje parece que ha vivido su última batalla.

Entonces, nos surgen muchas preguntas: ¿Me merece la pena repararlo? ¿Qué me van a dar por mi coche? ¿Tengo ahora que buscarme otro medio de transporte? ¿Hasta qué punto se va a hacer cargo el seguro de los daños? La incertidumbre es normal en este caso, y por eso, desde Siniestrauto, queremos ayudarte a entender qué implicar tener un vehículo declarado como siniestro total.

¿Qué es un siniestro total?

Un vehículo siniestrado es aquel que es considerado como una pérdida total después de un accidente. Esto, generalmente, significa que está dañado hasta un punto en el que no vale la pena repararlo. Por ejemplo, si tu coche cuenta con un valor venal −que no de mercado − de 5.000 euros y necesitas 7.000 euros para repararlo, el seguro determinará que realmente no compensa arreglarlo y lo declarará como un siniestro total.

En general, el límite de lo que un seguro está dispuesto a sumir está en algún punto entre el 70 y el 75 % del valor del vehículo. En este caso, el coche se considera una pérdida total, excepto por el valor de la chatarra o partes potencialmente recuperables. Un tasador puede verificar el daño causado para determinar el valor total del vehículo. Cabe destacar que un vehículo también puede ser declarado como siniestro total cuando es robado y no aparece, o lo hace pero con grandes daños, o si ha sufrido un incendio y es irrecuperable.

¿Cómo determina el seguro que un coche es siniestro total?

Decíamos que un coche es siniestro cuando no se puede reparar de manera rentable o que no se puede reparar, directamente. Por norma general, el dinero es el aspecto clave: si las reparaciones superan el valor que el Estado dicta que tiene ese vehículo en esas condiciones −valor venal−, lo que vale para la gente −valor de mercado− o el establecido en las tablas de las aseguradoras, se considera que es un siniestro total. Estos estándares, sin embargo, son establecidos por las compañías de seguros.

Es decir, algunas te pueden ofrecer un pago compartido (ellos ponen lo máximo que darían y tú la parte restante para repararlo), o pueden cubrirte el 100 % del vehículo −e incluso un poquito más dependiendo del caso−. Pero, como propietario, puedes optar por reparar un automóvil siniestrado, ya sea por motivos emocionales o financieros. Al menos siempre y cuando la aseguradora no descubra que no se puede reparar el coche de una manera segura hasta el punto de estar listo para circular nuevamente.

Y, ¿cuánto es la suma asegurada de un coche? Depende de los años del vehículo y del tipo de póliza que hayamos contratado. Sin embargo, la gran mayoría de las aseguradoras están de acuerdo en declarar un siniestro total cuando el valor de la reparación supera el importe íntegro del valor del coche, el cuál se determina fundamentalmente en base a los años de antigüedad y el valor de la indemnización. En función de lo que te diga el seguro, el valor del coche será uno u otro, como veremos a continuación:

1. Siniestro total como valor de coche nuevo: si la póliza contratada refleja que en caso de siniestro total la aseguradora se hace cargo del valor del coche nuevo, no dudas. Eso quiere decir que te pagarán la misma cantidad monetaria que pagaste por el coche nuevo, por lo que merece la pena que sea declarado un siniestro total. Este es el caso de la indemnización mejor valorada, aunque cabe matizar un par de detalles.

Si la póliza indica que el valor de la reparación debe superar el 100 % del valor asegurado en un siniestro total, y no es así, tienes la opción de, bien arreglar el coche o de quedarte con la indemnización y comprarte otro coche. Es decir, si la reparación implica desembolsar 18.000 euros y el vehículo está valorado en 20.000 euros, la aseguradora te pagará esta última cifra y perderás 2.000 euros por el camino.

Pero, si aparece reflejado que el se considera siniestro total cuando el valor de reparación se eleva por encima del 75 % del valor asegurado, la situación mejora drásticamente, ya que un tres cuartas partes de 20.000 euros 15.000 euros. Como la reparación es más costosa de esa cifra, entonces sí que será declarado como un siniestro total y la empresa aseguradora te recompensará con la indemnización correspondiente, en este caso el valor de ese coche nuevo.

2. Siniestro total como valor de mercado o venal: cuando el vehículo cuenta ya con cierta edad, pero se encuentra en buen estado, la indemnización que pagaría la aseguradora será menor que el que pagarías por uno similar en el mercado de ocasión. Como inconveniente añadido, te quedas sin un coche que era perfectamente funcional y te las tendrás que ver y desear para encontrar otro por otro a un precio acorde que esté en tan buenas condiciones. En este caso, sí que podría ser preferible arreglar el vehículo.

Como ejemplo, podemos decir que, si el coche en cuestión tiene un valor de apenas 2.000 euros, es muy probable que un golpe de relativa magnitud supere ese número sin problema. Y más aún si no está cubierto el valor completo; un 75 % no cubriría los daños por valor de más de 1.500 euros. A partir de aquí, tú decides si quieres coger la indemnización o arreglar el coche por tu cuenta. La mayor ventaja que podemos encontrar es en que hay un abanico más amplio de opciones, siempre que no superen los 2.000 euros.

¿Qué daños pueden derivar en un siniestro total?

Sufrir un accidente es una experiencia que nadie desea o busca a propósito, aunque a veces se hagan méritos propios para conseguir papeleteas. Sin embargo, es relativamente común que vivamos esta experiencia a lo largo de nuestra vida como conductores. Cuando ocurre, los daños pueden ser de infinitas gravedades, pero mientras sea quede en un susto de cosas materiales, todo tiene una solución.

El primero de los motivos es también el más obvio: si alguno de los airbags se despliega en un accidente, no indica necesariamente que hayas perdido el coche para siempre. El seguro evaluará la situación y determinará si el coste de reemplazar cualquier airbag y de reparar el coche excedería su valor asegurado. Si el precio de las reparaciones es menor que el valor de tu automóvil, es probable que no sea declarado siniestro total.

Desgraciadamente, cuando saltan los airbags es porque el golpe ha sido de una magnitud considerable, y eso deriva en daños estructurales. Si parte del chasis −que atañe también al subchasis frontal y trasero− está tocado, es decir, doblado, es muy probable que otra serie de componentes internos estén afectados (bloque motor, transmisión, ejes, suspensión...). Inevitablemente, esos daños resultan demasiado caros en la mayoría de los casos, por lo quees muy probable que la aseguradora declare el vehículo siniestro total.

Y, como decíamos más arriba, por robo −sea porque no aparece o lo ha hecho con daños muy graves− o un incendio donde los daños sean irreparables. Lógicamente, cuanto más nuevo es el coche, mayor será la indemnización a percibir. A igualdad de pago de primas, no corresponden las mismas indemnizaciones. Además, en el supuesto de un arreglo en taller, las piezas que recibirá el vehículo serán nuevas, ya tenga el coche unos meses como si tiene una década a sus espaldas.

Ten en cuenta el valor de los restos y el IVA

Cuando el coche recibe el visto de siniestro total, la aseguradora procede a la indemnización del valor fijado en la póliza contratada. Sin embargo, las compañías aseguradoras calcularán dicha indemnización descontando el valor que supongan los restos del coche, puesto que aún existe. Como mínimo, esos restos pueden tener el valor de chatarra. Por este motivo en todas las pólizas se indica que los restos quedarán en poder del asegurado.

Con respecto al IVA, tenemos que tener en cuenta si tenemos la intención o no de reparar el coche. Hay ocasiones en las que un vehículo accidentado no es declarado siniestro total y, sea por la razón que sea, no te interesa reparar el coche (piensa que un vehículo que ha sido tocado fuertemente jamás se quedará exactamente igual que nuevo). En este caso, la mejor elección sería cobrar el dinero de la reparación (cantidad que es menor de declararse como siniestro total) sin IVA, puesto que el coche no se va a reparar.

¿Puedo quedarme con el coche si es declarado siniestro total?

Por norma general, si un vehículo es declarado siniestro total, la aseguradora requerirá que entregues el susodicho al desguace y recibas la indemnización acordada (menos los restos). Sin embargo, es posible que puedas negociar quedarte con el vehículo, aunque el valor del reclamo puede reducirse sustancialmente si lo haces. Quizá esta sea la última alternativa para aquellos que realmente desean quedarse con el coche y repararlo, pase lo que pase.

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