Sinclair C5

Lo más parecido a la movilidad eléctrica del fututo… En 1985

Sinclair C5: lo más parecido a la movilidad eléctrica del fututo… En 1985

Hoy en día, los vehículos electrificados, ya sean totalmente eléctricos o híbridos, ya no son una rareza. Pero, en 1985, la idea de mover un vehículo con una batería era innovadora. También atrajo a clientes con presupuestos ajustados porque implicaba una menor dependencia de los combustibles como la gasolina y el diésel. Sin embargo, esto es lo más antiguo puedes tener en el ámbito funcional de cero emisiones: un Sinclair C5.

El modelo, aunque fue calificado de “automóvil” antes de su presentación en Londres el 10 de enero de 1985, era, de hecho, un vehículo eléctrico de tres ruedas. Usaba una posición semi-reclinada y una combinación de un motor de 250 W y estaba destinado a marcar el comienzo de una nueva era de movilidad personal urbana. Algo así como los vehículos que ya proliferan en nuestras calles: pequeño, silencioso y, sobre todo, que no contamine. Además, no estaba pensado como propiedad, si no como un vehículo de uso compartido.

Pero, aunque la idea era bastante buena, Sinclair C5 era un vehículo terrible, algo que pronto se haría evidente tanto por su escasa fiabilidad como lo inseguro que era para las vías públicas. Las especificaciones promocionadas eran una velocidad máxima de 24 km/h y una autonomía por carga 32 kilómetros. En la práctica no cumplía ni con la mitad en las condiciones de la vida real, y el vehículo en sí era demasiado bajo, demasiado pequeño y demasiado débil para hacer que alguien estuviese seguro mientras lo conduce en el denso tráfico.

Inventado por el ingeniero Sir Clive Sinclair, el padre de la calculadora de bolsillo y el televisor de bolsillo (entre otras cosas), el C5 ha llegado a representar el comienzo de la revolución de la movilidad personal, a pesar de que fue un gran fracaso. En otras palabras, no estaríamos aquí, montando en bicicletas eléctricas, e-scooters o triciclos de hoy si no fuera por los esfuerzos de este hombre, y los 10 millones de libras más de 4 millones de euros en ese momento, o los 12 millones en dinero de hoy) de su propio bolsillo los invirtió en la empresa.

Se fabricaron en total unas 14.000 unidades del Sinclair C5, de los cuales solo 5.000 ejemplares se enviaron a los clientes. En verdad, muchas de estas unidades fueron devueltas por defectos o mal funcionamiento, pero esta que ilustra este artículo nunca salió de la fábrica. Todavía está en su caja original y nunca se ha sacado ni conducido. Fue descubierto en la fábrica de Hoover en Merthyr Tydfil en 1985 y almacenado, donde ha permanecido hasta hace poco. Por eso fue subastada a finales de 2022 por un “módico” precio de 5.000 euros.

Este Sinclair C5 en particular viene con su cargador de batería, dos llaves, un kit de reparación y un kit de herramientas (que probablemente necesitarás) y muchas posibilidades. Es posible que el triciclo en sí no sea muy bueno en términos de rendimiento, ya sea en el pasado o en la actualidad, pero es un producto de culto que merece un hueco en la historia automotriz. Tiene sus fallos, sí, pero antecedió un tipo de vehículo que, en nuestros días y más aún dentro de una década, serán los más abundantes en las congestionadas metrópolis.

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