Mercedes-Benz R 63 AMG

Uno de los modelos más extraños de Affelterbach

Recordando al Mercedes-Benz R 63 AMG

La historia de uno de los modelos más extraños de Affelterbach

A principios de la década del 2000, los MPV (vehículos multipropósito o monovolúmenes) ganaron mucha atención y popularidad entre las familias numerosas que buscaban la máxima practicidad. Modelos como los pequeños Mercedes-Benz Clase A y Clase B cumplían bastante bien este papel, pero en 2005, la firma de la estrella dio un paso más y creó el Clase R (W251), un vehículo de cinco puertas de gran tamaño y un aspecto cuanto menos polarizante.

Compartía su plataforma con los SUV grandes Clase ML y Clase GL. Un año más tarde, durante el Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica de 2006, la marca alemana hizo una revelación sorprendente de la versión AMG de este práctico modelo, llamándolo R 63 AMG. Para muchos, era una máquina de rendimiento que nadie pedía. Una minivan grande que podía transportar a cuatro, cinco o incluso siete personas y todo su equipaje no era exactamente la premisa para dar a luz a un coche de AMG de alto rendimiento, pero aun así lo hicieron.


Aprovechando un momento en que el pensamiento innovador estaban en su pleno apogeo, sin los obstáculos de las regulaciones cada vez más estrictas, los chicos de AMG se tomaron la libertad de crear un proyecto que se colocó en la historia como una de las más inusuales y extrañas máquinas jamás producidas en Affelterbach. En pocas palabras, definitivamente estuvo y continúa estando en una liga propia. Era rápido tanto en línea recta como en curvas, y era muy práctico si obviamos los consumos, pero su diseño y posicionamiento en el mercado no lo ayudaron.

El corazón palpitante de este monovolumen era el famoso y sonoro motor V8 (M156) atmosférico de 6.2 litros. Sus 510 CV y 630 Nm quedaban gestionados por una caja de cambios automática de siete relaciones. Además , esta minivan de alto rendimiento venía equipada con el mismo sistema de tracción en las cuatro ruedas (4Matic) que también estaba disponible en los modelos ML 63 y GL 63 de la época. No olvidemos que durante esos años, las otras ofertas de AMG que venían en forma de sedán estaban disponibles en disposición de tracción trasera.

El Mercedes-Benz R 63 AMG necesitaba solo 4,6 segundos en alcanzar los 100 km/h, podía seguir avanzando hasta alcanzar una velocidad máxima limitada electrónicamente de 250 km/h, la cual podía incrementarse con la opción “AMG Driver’s Package” a 275 km/h. Esas eran cifras bastante impresionantes por su masa y alto centro de gravedad. Recordemos que este voluminoso coche medía 5.157 milímetros de largo, 1.922 mm de ancho y 1.634 mm de alto, con una amplia batalla de 3.215 mm y una masa citada de 2.375 kilogramos, sin ninguna carga.


El diseño exterior fue, por supuesto, una propuesta única. Técnicamente, la supervan de Mercedes tenía una configuración tradicional con cinco puertas convencionales, pero su arquitectura en forma de huevo y su techo alto eran inconfundibles. AMG sacó a relucir sus mejores herramientas, equipando la R 63 con un agresivo kit de carrocería más ancho y agresivo, llantas de aleación de 20 o 21 pulgadas sobre neumáticos 265/45, salidas de escape cuádruples cromadas y unos enormes discos de freno ventilados de 390 mm delante y 365 mm en la parte trasera.

El interior era un lugar hermoso y placentero para pasar el tiempo. Los aspectos más destacados fueron los asientos deportivos AMG, cómodos pero que aún brindan apoyo, el volante forrado en madera y cuero, y las múltiples opciones de color para la tapicería de cuero. Además, al ser un Mercedes-Benz de lujo después de todo, presentaba muchas comodidades, como entretenimiento en las plazas posteriores gracias a una pantalla multimedia, asientos con calefacción y ventilación, y un compendio de tecnologías y de seguridad muy avanzado para la época.


Lamentablemente, el Mercedes-Benz R 63 AMG se vendió en cantidades muy bajas, principalmente debido a la falta de marketing y al carácter de nicho del vehículo. En total, solo se produjeron 200 ejemplares para todo el mundo, con poco más de la mitad para el mercado europeo y el resto para el estadounidense. En España, la tarifa en 2007 era de 110.350 euros, unos 150.000 euros (aprox.) actuales. Eso lo convierte en el modelo de AMG moderno más raro. En el mercado de segunda mano, el valor promedio de una unidad ronda los 40.000 euros, si la encuentras.

Una máquina de rendimiento ultra-rara, construido en un solo año de producción, el Mercedes-Benz R 63 AMG es una creación extraña que no debe olvidarse. Sin rival en su clase, ni entonces ni ahora, y capaz de seguir el ritmo de todos los superdeportivos de su tiempo, el loco monovolumen AMG es uno de sus proyectos más interesantes y únicos hasta la fecha.

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