Austro-Daimler “Sascha”

No es exactamente un Porsche, pero tiene una importante historia

No es exactamente un Porsche, pero el Austro-Daimler “Sascha” tiene una importante historia

Estudia la historia de la fabricación de coches y verás que la pasión por el automovilismo es lo que inspiró a los fundadores de algunas de las marcas más conocidas de la actualidad. Dos de las más destacados en el campo fueron Enzo Ferrari y Ferdinand Porsche, quienes comenzaron sus carreras conduciendo productos de otras marcas antes de salir y crear legendarios coches de carreras.

En el caso de Porsche, el fabricante alemán inició su carrera en 1906 como diseñador jefe de Austro-Daimler. Fue durante esta misma época cuando salió a pista en su montura de carrera ADS R, apodado “Sascha”, que lo ayudó a ganar en la Targa Florio en 1922. Como resultado, el significado histórico de este vehículo es inmenso. Inicialmente, Porsche compartió su visión de construir un coche “pequeño” en grandes cantidades y un precio asequible junto con el conde Alexander “Sascha” Joseph von Kolowrat-Krakowsky, socio de Austro-Daimler.

Pero a la junta directiva no le gustó la idea, por lo que Porsche decidió construir un deportivo competitivo para una publicidad favorable. Financiado por Kolowrat, Porsche lo llamó “Sascha” y envió cuatro prototipos a las montañas de Sicilia para competir en la Targa Florio. Gracias a un fiable motor y a su excelente distribución de pesos, el Austro-Daimler “Sascha” fue cuanto menos competitivo. Después de 432 kilómetros, 6.000 giros y pendientes de hasta el 12,5 %, el “Sascha” ganó en la clase de desplazamiento más pequeño; primer y segundo lugar.

Pero no solo fue competitivo en su clase, sino también en general. El Austro-Daimler ADS R líder terminó en el puesto 19 en la clasificación general frente a participantes más grandes que producían de cuatro a cinco veces más potencia. Sin embargo, dicha victoria no fue suficiente para que Austro-Daimler diera luz verde a la versión de producción del pequeño deportivo, lo que llevó a Porsche a dejar la compañía y, finalmente, fundar Dr. Ing. hc F.Porsche AG en 1931. Eso no quita que el “Sascha” fuese vital en el allanamiento para crear la compañía.

Curiosamente, el ADS R de Porsche ha estado en exhibición en el famoso museo de la empresa durante años antes de que la empresa entregara el proyecto de restauración al supervisor de las instalaciones, Kuno Werner. A medida que se investigaba la extensa historia del automóvil, el equipo de Porsche descubrió que el coche ya había sido restaurado previamente en el taller de capacitación de la marca en 1975. Aún así, para Porsche no estaba en perfectas condiciones , razón por la que ha sido completamente restaurado desde su punto de partida.

Hacer que el vehículo volviera a su antigua gloria incluyó la reconstrucción de cada uno de los componentes, como el motor de cuatro cilindros en línea de 1.1 litros. Apenas generaba 50 CV a 4.500 rpm, pero con una masa en orden de marcha de 598 kilogramos, esto es todo lo que necesita para impulsarlo a una velocidad máxima potencial de 108 km/h. Al lado de algo como el moderno Porsche 911 GT3 RS no es mucho, pero recuerda las restricciones tecnológicas con las que los fabricantes tuvieron que lidiar hace 100 años.

El hombre a cargo de armar el ADS R fue el empleado más joven de la división, Jan Heidak. El experto de 28 años hizo uso de una extensa lista de recursos, incluidos los antiguos técnicos, para asegurarse de que su restauración fuera lo más fiel posible al modelo original. Con una nueva capa de pintura y un corazón mecánico recién afinado, no se puede negar que el coche se ve fenomenal mientras trota por la pista de pruebas de la marca.

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