La producción del Golf, paralizada
Después del dieselgate, ahora Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles de Europa, se enfrenta a un nuevo problema que le ha llevado a paralizar la producción de su modelo más famoso: el Golf.
Esta vez se trata de un conflicto que mantiene con dos empresas proveedoras que han dejado de suministrar piezas para la caja de cambio y los asientos respectivamente. Al parecer debido a un contencioso legal que mantienen que Volkswagen canceló pedidos que no han sido compensados económicamente.
Sin embargo, algunos rotativos alemanes alegan que, precisamente tras el dieselgate, la compañía está obligando a los proveedores a reducir los precios de sus productos.
Aunque la marca alemana ha iniciado medidas legales contra estos dos proveedores, lo cierto es que las piezas siguen sin llegar y ha tenido que reducir la jornada laboral, medida que afecta a 20.000 trabajadores.
Según expertos citados por varios medios germanos, si Volkswagen no resuelve el conflicto podría perder cada semana unos cien millones.
Es más, algunos medios van más allá y aseguran que esta paralización de la producción se debe a una bajada de la demanda de este modelo, uno de los más afectados por el dieselgate.
