Ferrari Testa Rossa J

El homenaje a pequeña escala del legendario 250 Testa Rossa de 1957

Ferrari Testa Rossa J: el homenaje a pequeña escala del legendario 250 Testa Rossa de 1957

Solo para 299 afortunados clientes

El Ferrari 250 Testa Rossa fue uno de los coches más distintivos y exitosos en la historia del fabricante italiano. Este no debe confundirse con el Testarossa de las décadas de los 80 y 90, el modelo de competición con aletas de pontón se hizo con el oro en 18 carreras y logró tres títulos del Campeonato Mundial de Automóviles Deportivos. Y ahora, Ferrari ha hecho una réplica oficial a tres cuartas partes de su escala bajo el nombre Testa Rossa J.

La firma de Maranello se ha asociado con el especialista británico The Little Car Company, cuyo equipo es de sobra conocido por hacer réplicas a escala completamente funcionales y con una gran obsesión por cuidar el más mínimo detalle. Y no pienses que se trata de algo diseñado para un crío. Nada más lejos de la realidad, la firma del cavallino rampante afirma que puede ser disfrutado por gente de todas las edades, siempre y cuando tengan más de 14 años. ¿Otra pega? No podrás lucirlo en ninguna vía pública.

En términos estilísticos, el Ferrari Testa Rossa J fue recreado a partir de los 250 bocetos que hay en papel del Testa Rossa original. La carrocería de aluminio pulido a mano reproduce la forma distintiva del modelo con una precisión casi perfecta, y elementos como la dirección y la geometría de la suspensión se mantienen fieles con el fin de proporcionar una dinámica de conducción adecuada en el período. Eso sí, los frenos en esta ocasión no son de tambor, sino de disco en las cuatro ruedas en un conjunto de 3.100 milímetos.

Eso sí, en contraste con el motor V12 de 3.0 litros “Colombo” que el 250 Testa Rossa acogía en su vano, el Testa Rossa J emplea un tren motriz eléctrico que ofrece hasta 90 kilómetros de autonomía y cuatro modos de conducción seleccionables a través del mismo Manettino que uno encontraría en el volante de un Ferrari actual. En la primera de las configuraciones, la potencia está limitada a 1 kW (1,36 CV) y la velocidad máxima a 20 km/h. Este modo está destinado a facilitar la experiencia de conducción siendo un novato.

Por encima se ubica el modo “Comfort”, el cual aumenta la potencia de salida a 4 kW (5,44 CV) y la velocidad máxima a 45 km/h. Sin embargo, para disfrutar de unas emociones algo más intensas, hay que acudir a las posiciones “Sport” y “Race”, que hacen uso de los mismos 4 kW pero aumentando la velocidad punta hasta los más de 60 km/h que promete la marca italiana. Ferrari afirma que la aceleración en ambos modos “se vuelve progresivamente más deportiva” –más intensa– a medida que asciende a través de ellos.

Como buen Ferrari que se precie, el Testa Rossa J ofrece una amplia gama de componentes y combinaciones de colores. El departamento de Ferrari Classiche llevó a cabo una extensa investigación sobre todas las libreas que han adornado el 250 Testa Rossa a lo largo de su carrera deportiva. Un configurador online permite a los clientes elegir entre 14 decoraciones históricas, 53 colores para la carrocería y libreas personalizadas, todo auténticamente en consonancia con el estilo original de la ya legendaria compañía.

En cuanto a algunas de las otras partes del susodicho, las llantas –de 12 pulgadas– se hacen a mano y quedan envueltas en neumáticos Pirelli reales, y la suspensión coilover Bilstein fue ajustada por los pilotos de desarrollo de Ferrari en la pista de pruebas de la casa en Fiorano, Maranello. A bordo, los pedales vienen del F8 Tributo, los asientos (suficientemente grandes para un adulto y un adolescente) están hechos de cuero, y el conductor sostiene un volante Nardi con el aro de madera. Hasta el salpicadero es acorde a la época.

De hecho, justo mencionando a este último se pueden destacar dos diales remasterizados para adaptarse a las condiciones de un vehículo eléctrico, proporcionando lecturas para las temperaturas de la batería y del motor en lugar de para el aceite y el agua. El indicador de combustible ahora muestra la capacidad de la batería y el tacómetro es un velocímetro en estas circunstancias. Incluso hay un medidor de potencia para el frenado regenerativo. Por último, si eres alto o muy voluminoso, podrás entrar gracias al volante extraíble.

Del Ferrari Testa Rossa J tan solo se construirán 299 ejemplares para todo el mundo, a una tarifa de 93.000 euros por unidad. Puede resultar una cantidad obscena de dinero para un modelo a escala eléctrico que ni siquiera es legal para su uso en la carretera, pero también es infinitamente más barato que uno original de tamaño completo. Otra cosa a tener en cuenta es que estos “juguetes” raramente pierden valor. Más bien, con el paso de los años lo incrementan, llegando algunos incluso a valer más que nuevos.

Configurador: https://www.testarossaj.com/configurator/

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