Ferrari 330 América

El estilo del 250 GTE en combinación con la fuerza de un gran V12

Ferrari 330 América: el estilo del 250 GTE en combinación con la fuerza de un gran V12

Fabricada entre 1952 y 1964, la serie 250 es, sin lugar a dudas, la familia de modelos más célebre de Ferrari. En 1963, la firma del cavallino rampante comenzó a reemplazarlo con la serie 330 de corta duración, puesto que su construcción se suspendería en 1968 en virtud de la gama 365. El Ferrari 330 América es el primer miembro de la serie 330, creado como un gran turismo ideal para la Dolce Vita.

Solo se entregaron 50 unidades en total, desde los números de chasis 4.953 a 5.125, lo que hace que el modelo provisional sea extremadamente coleccionable. Estrechamente relacionado con el 250 GTE al que reemplazó, el deslumbrante 330 America, curiosamente, nunca debutó en un salón del automóvil. ¿Por qué Ferrari empleó la misma carrocería que el 250 GTE? Para empezar, el coupé 330 GT 2+2, que vendería poco menos de 1.100 unidades entre 1964 y 1967, no estaba listo para la producción.

Pero lo que es más importante, el 250 GTE fue el vehículo de carretera de mayor éxito comercial de la firma italiana hasta el momento, abriendo los ojos del fabricante a las configuraciones 2+2. En producción desde finales de 1963 hasta la primavera de 1964, el magnífico América se ubicó entre el bello 250 GT Berlinetta Lusso y el 400 Superamerica. Producido exclusivamente para la homologación en competición, el legendario 250 GTO también estuvo disponible durante este período para unos pocos.

El Ferrari 330 América se basaba en el chasis del 250 GTE, que medía 2.600 milímetros entre los ejes delantero y trasero. Construido en acero tubular, la columna vertebral de este gran turismo está sazonada por frenos de disco en cada esquina, suministrados por Dunlop. También se deben mencionar las llantas de alambre de 15 pulgadas de Borrani montadas sobre un calzado cortesía de Pirelli, junto con los brazos oscilantes de longitud desigual para el eje delantero con la idea de ser cómodo y deportivo.

Para ello empleaba amortiguadores telescópicos en ambos extremos, pero a diferencia de los resortes helicoidales al frente, el eje trasero acogía unos muelles semielípticos. La parte trasera sólida emplea además brazos radiales. Bajo el suelo del maletero, un tanque de combustible con 90 litros de capacidad alimenta el V12 de 60 grados en la parte delantera. Similar al GTE anterior, el bulto de aspiración natural del America está colocado lo más adelante posible para mejorar el espacio para las piernas.

Con una inclinación de la balanza de 1.310 kilogramos, el 330 América era un poco más rápido en la carrera de 0 a 100 km/h que el GTE. Obviamente, su velocidad máxima es mayor gracias al motor más grande, que desplazaba 3.967 cubos. Con el nombre en código “Tipo 209 B”, el motor de 4.0 litros derivaba del Tipo 163 de los modelos de competición 330 LM y 330 P, pero suavizado con el fin de hacerlo más civilizado para la jet set. Aún así, hacía el 0 a 100 km/h en 7,1 segundos y alcanzaba una punta de 245 km/h.

El motor en sí tenía dos válvulas por cilindro que funcionaba con una relación de compresión de 8,8:1 y tres carburadores. Suministrados por Weber, se complementaban con un encendido por bujía única y dos bobinas de encendido. El motor V12 de 3.0 litros del 250 GTE genera 240 CV a 7.000 rpm y 262 Nm a 5.000 rpm, mientras que la unidad de 4.0 litros del 330 América desarrolla 300 CV de potencia a 6.600 rpm y 325 Nm de par a 5.000 rpm. Es decir, más energía en un rango de funcionamiento más amplio.

Dado que es un gran turismo de origen italiano de principios de la década de 1960, no debería sorprender que a Ferrari no le importara montar una caja de cambios automática en opción. La única transmisión disponible era un cambio manual de cuatro relaciones con embrague de placa única –Fichtel & Sachs– y una sobremarcha electrónica. También debe destacarse un diferencial trasero de deslizamiento limitado suministrado por ZF.

Al igual que el 250 GTE anterior, el 330 América es una maravilla en el exterior, comenzando con la parrilla cromada en forma de caja de huevos en la parte delantera. Dotado de faros delanteros redondos, luces de conducción auxiliares, faros posteriores verticales y un sistema de escape de cuatro salidas, el gran turismo diseñado por Pininfarina luce con orgullo la insignia cromada de 330 América en el área inferior derecha de la puerta del maletero.

Pininfarina también produjo la carrocería de acero para este Ferrari menos conocido, que utiliza aluminio para el capó y la tapa del maletero. El nombre y la insignia del carrocero aparecen en ambas aletas delanteras, justo debajo de las salidas de aire laterales. Un mar de cuero domina el interior, que cuenta con un salpicadero superior mullido, una consola del color de la carrocería y un volante de tres radios con borde de madera. Típico de un exótico italiano de la década, hay ceniceros cromados presentes delante y detrás.

Cabe destacar que todos los Ferrari 330 América construidos tienen volante a la izquierda. No se sabe cuántos de estos coches han sobrevivido, pero el chasis número 5.049, este ejemplar que ilustra el artículo, pintado de gris metalizado en la galería de fotos, fue subastado por RM Sotheby’s en marzo de 2017 en Amelia Island por 412.500 dólares, más de 400.000 euros al tipo de cambio actual. Enviado a Luigi Chinetti Motors en 1963, esta exquisita unidad fue disfrutada originalmente por el famoso pionero de los casinos Bill Harrah.

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