Ernst Neumann-Neander

El padre de la Opel Motoclub

Ernst Neumann-Neander: el padre de la Opel Motoclub

Una revolución en la concepción de motocicletas

No es muy conocido, pero hubo un momento en que Opel no fabricaba (solo) vehículos de turismo. También fabricó camiones y motocicletas. Y estas últimas tan buenas de hecho que revolucionaron la industria de las dos ruedas. El responsable de esto tenía una personalidad multifacética, era un genio verdaderamente global. Su nombre, Ernst Neumann-Neander. Hoy, vamos a conocerlo en profundidad.

Pintor, diseñador, artista de entretenimiento, empresario, piloto de carreras e ingeniero, el alemán ha asociado su nombre al de Opel gracias a la excelente motocicleta “Motoclub”, en producción desde 1928 hasta 1930. Esta máquina fue única en su segmento gracias a un innovador chasis de acero prensado, un método de construcción hasta la fecha desconocido y que fue idea de Neumann-Neander. Con esta nueva tecnología, Opel redujo el tiempo de fabricación habitual de una moto, de entre 15 y 25 horas, a sólo cuatro horas.

Esto supuso una revolución en la producción de motocicletas, además de permitirle a Opel ofrecer un excelente producto a un precio atractivo en el menor tiempo, permitiendo que la movilidad individual estuviese al alcance de muchos, de forma similar a lo que hizo el Opel 4/12 CV “Laubfrosch”; el primer coche germano construido en una cadena de montaje. Pero para entender lo que supuso la Motoclub en el panorama del motor, hay que ver primero la historia de un hombre que siempre estuvo interesado por la velocidad y la tecnología.

Hijo de un paisajista, Neumann nació en Kassel el 3 de septiembre de 1871. Poco se sabe de su infancia, más allá de que a los 19 años participó en carreras biciclos de ruedas altas, que eran muy populares en ese entonces. Después de la escuela, estudió pintura la localidad de Kassel, Munich y París. Una carrera como caricaturista y pintor de carteles comenzó durante sus estudios, y a partir de 1911 también apareció en el cabaret como parte del Schwabing “die 11 Scharfrichter” (los 11 verdugos). Ya llevaba siete años conduciendo su moto.

Tras su estancia en París, el virtuoso de Neumann fundó la agencia de publicidad “Ateliers Neumann für Moderne Reklame” en Berlín (1908). Allí trabajó para las principales empresas automotrices y otras de renombre de carácter industrial de la época. Poco después, amplió su cartera para incluir el diseño de automóviles. Como consultor externo, diseñó vehículos para los carroceros Kellner, Papler, Schebera, Szawe y Kruck. En el camino, incluso encontró tiempo suficiente para enseñar arte en la Escuela de Artes y Oficios de Charlottenburg.

Motivado por la Primera Guerra Mundial y la inflación consecuente, Neumann perdió todos sus activos. Comenzó desde cero y creó para sí mismo el nombre artístico “Neander”, que venía del antiguo término griego para “hombre nuevo”. A partir de entonces, se concentró en Colonia y se dispuso a diseñar y construir motocicletas bajo la marca Neander. Como principales características se podrían destacar su diseño minimalista y elegante, el esqueleto ligero, el confort de conducción y unas soluciones técnicas poco convencionales.

Conocido con el sobrenombre de , Neumann-Neander recibió el primer premio “en todas las categorías por las mejores mejoras en la motocicleta” en un concurso de inventores (1924) en Stuttgart. Aproximadamente al mismo tiempo lo encontraron invitado al hipódromo de Opel Rennbahn en Rüsselsheim, donde el anfitrión era Fritz von Opel, también conocido por ser el nieto del fundador, Adam Opel. Neumann-Neander llegó a un acuerdo de licencia para que su bien valorada motocicleta de acero prensado fuese fabricada y vendida por Opel.

Opel diseñó un motor para la “moto con el mejor manejo del mundo” –decía el anuncio de Neumann-Neander–. Se trataba de un bloque monocilíndrico de 500 cc con dos opciones de potencia: 16 y 22 CV. El tono plateado mate del metal galvanizado sin pintar contrastaba con el sillín y llantas rojas, logrando un aspecto particularmente moderno. El nuevo modelo se lanzó bajo el nombre “Motoclub”, acompañado de una extensa campaña publicitaria, a un precio en torno a un 10 % inferior al de las correspondientes motocicletas Neander.

El Crack del 29, la caída de la bolsa de Wall Street, puso punto y final a la firma de Neander y a la Motoclub de Opel al año siguiente. Mientras tanto, la compañía del rayo se consolidaba como el fabricante de coches alemán de mayor éxito en ese difícil periodo desde un plano económico, y Neander, que ya había contaba con 60 años, fue relegándose poco a poco a un segundo plano. Sus diseños más conocidos de este periodo (1934-39) son los originales “Fahrmaschinen” de competición, los cuales lograron buenos resultados en las carreras.

Neumann-Neander mantuvo su pasión por las soluciones creativas, incluso en su vejez. Creó numerosas motos y triciclos hasta 1950, pero no de producción. A finales de los años 40, ya anciano, inició el último capítulo de su variada vida retomando la pintura. En cinco años hizo más de 100 cuadros. Lamentablemente, murió el 13 de noviembre de 1954, a los 83 años, dejando tras de sí una extraordinaria y polifacética obra. La Opel Motoclub es una pequeña parte de ella, y una “Supersport” de 1928 hoy se exhibe en la Opel Classic Collection.

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