El Ferrari que acabó incendiado
Como ya sabéis, de vez en cuando nos gusta ponernos masoquistas y ver auténticas penas como coches clásicos que acaban inundados, siniestrados o incendiados. Este último es el caso del Ferrari 308 de 1978. Un clásico que acabó ardiendo en una gasolinera. Por suerte, el fuego no alcanzó los surtidores y nadie resultó herido.
Al parecer, su dueño estaba dejando la manguera de la gasolina en el depósito, cuando vio una pequeña chispa que, inmediatamente, hizo al coche prender en llamas.
Al fallar al intentar apagar el fuego, el propietario huyó para ponerse a salvo del fuego. Milagrosamente, el coche se movió solo y se alejó de la estación de servicio, para ir a la calle.
Uno de esos extraños casos en los que no nos podemos creer nuestra propia suerte. A pesar de la mala suerte que supone perder una maravilla como ese Ferrari, claro.
Para que podáis ver cómo acabó el pobre coche, os dejamos con unas fotos.
Y, como siempre, os recordamos que si vuestro coche acaba incendiado, inundado o siniestrado, en Siniestrauto y Netsubasta podréis sacar más dinero por él.
