El escándalo Volkswagen
Empecemos por el principio: el problema en cuestión.
La EPA (agencia estadounidense de medio ambiente encargada, entre otras funciones, de controlar y homologar las emisiones y consumos de los automóviles) ha acusado al grupo Volkswagen de falsear los datos de emisiones relativos al óxido de nitrógeno. Al parecer, algunos vehículos 'cazados' en el control y examen de la EPA contaban con un software específico que entraba en modo de funcionamiento "de examen" con el objetivo de reducir los niveles de NOx exactamente cuando se estaba realizando la prueba para ofrecer unos parámetros y datos que pareciesen legales. Mientras no se estaban realizando esos tests de homologación, el software desactivaba el modo 'examen' y los coches funcionaban en su modo real registrando hasta unos niveles de emisiones que superaban hasta 40 veces los límites permitidos.
El motor en cuestión que cuenta con este software es el Diesel 2.0 TDI que llevan varios vehículos de Volkswagen y Audi fabricados entre 2009 y 2015 ( y algunos Seat y Skoda también), como el Beetle, el Jetta, Passat, A3 y Golf. En total, unos once millones coches llevan este motor "tramposo". De esos 11, entre 200.000 y 250.000 pertenecen a coches comprados en España.
El porqué una empresa tan consolidada y tan tecnológica como Volkswagen se haya decidido a hacer esto tiene, como no, un origen económico: adaptar los coches a las normativas de emisiones (ya sea C02 o NOx) supone un desembolso extra de entre 500 y 600 euros por unidad. Ahora, multiplicar por 11 millones y haced cuentas de lo que se ahorró VW esos años.
La primera consecuencia ha sido que el presidente de la compañía, Martin Winterkorn ha dimitido. Pero imaginamos que no será el único en caer.
De la misma manera, deseamos que este escándalo no afecte a la plantilla de trabajadores de la marca, sobre todo en España donde la marca tiene pensado invertir más de 4.000 millones en sus 2 fábricas.
Lo que sí sabemos es que Volkswagen tiene que pagar una multa de casi 37.500 dólares por vehículo, casi unos 18.000 millones de dólares. A eso, hay que sumarle las grandes pérdidas que la empresa está sufriendo en bolsa y en posibles ventas.
