Un Ferrari 458 acaba siniestrado y debajo de un Passat.

Imagina que vives en Luton, Inglaterra. Después de tomarte tu té y tus tostadas, sales por la puerta para coger el coche para ir al trabajo. Abres la puerta y te ves esto:

Vaya cara se te tiene que quedar, ¿no?

Las causas del accidente no están del todo esclarecidas, pero se cree que el conductor del Ferrari 458 circulaba muy por encima del límite de velocidad de la zona en el momento en el que se produjo el siniestro. Debió perder el control del Ferrari y con poco margen para corregir cualquier imprevisto (circulaba por una zona urbana con coches aparcados a ambos lados de la calle), acabó colisionando violentamente contra un Volkswagen Passat, arrollando en el proceso el murete de ladrillos de la entrada de una vivienda.

Empiezan a ser muchos los Ferrari 458 Italia que acaban accidentados, inundados, siniestrados o incendiados. Quizás se deba a que es uno de los modelos más vendidos de la marca de Maranello. O quizás se deba a algo que se nos escapa.

Lo único que podemos decir con certeza es que arreglar el Ferrari va a salir muy caro. Tanto, que quizás no merezca la pena hacerlo.