¿Se acabó ya la temporada de Fórmula 1?

Cuando todavía no hemos llegado a mitad de la temporada 2014, esta empieza a mostrar claros síntomas de aburrimiento. El dominio aplastante de la escudería Mercedes AMG, que salvo en Canadá, ha ganado el resto de carreras, es sin duda uno de los motivos por los que cada vez las carreras son más aburridas. Pero no es el único.

Las aplastantes prestaciones de las unidades de potencia Mercedes-Benz han demostrado que carecen de rival y lo que es más grave, que de aquí a que termine la temporada, el margen de respuesta de los propulsores Renault y Ferrari es prácticamente nulo. En este sentido, de los 11 equipos que participan en el Mundial de Fórmula 1, solo Williams parece que empieza a poder plantearse el hacerles frente.

Otro de los motivos de este panorama es el comportamiento excesivamente conservador de la gama Pirelli 2014, compuestos que la mayoría de pilotos califican de tremendamente duros y difíciles de calentar y cuya comprensión está volviendo locos a los ingenieros en el paddock.

Si sumamos a todo ello la mayor importancia de la electrónica y la pérdida de sensibilidad que esta acarrea en la conducción, los problemas derivados de la implantación de la aplicación masiva de la potencia eléctrica, los nueva implantación de los frenos brake by wire y la enorme dependencia del piloto con los ingenieros, da como resultado la mala temporada de grandes pilotos como Vettel o Raikkonen.

Aunque se veía venir, parece claro que los cambios originados por la nueva normativa de este año, han sido excesivos y han irrumpido en la competición de manera demasiado abrupta.

Mientras, en Ferrari, continúan con su peregrinaje por tierra de nadie.

El F14-T no está completado como proyecto y acumula una importante desventaja con Mercedes AMG, que Maranello trata de paliar incorporando soluciones, novedades o evoluciones en cada carrera, que a veces funcionan y otras no. Así, si no se calientan los frenos falla la entrega de potencia o las gomas no responden.

Esperemos que el año que viene, la cosa cambie y haya un poco más de emoción en las carreras porque si no, no habrá quien quiera ver esas carreras.