Tras el anuncio de BMW en el que confirmaba que el BMW i8 (que aún no ha sido entregado a sus clientes) llevaría faros láser, Audi decidió que se les adelantaría y pondría en el mercado el primer coche con faros láser.

Querían conseguirlo con el  R18 e-tron Quattro, pero finalmente ha sido BMW y su i8 el que se ha llevado el gato al agua. Y la historia nos ha demostrado que normalmente, el encargado de dar un campanazo de este tipo es quien se lleva todo el mérito.

BMW nos ha hecho entrega de 8 unidades del i8 -recordemos que no estaba prevista la entrega de las primeras unidades hasta Otoño- en la sede de BMW Welt en Múnich.

¿Qué son los faros láser?

Los faros láser permiten duplicar el rango de los faros LED hasta los 600 metros de distancia, ofreciendo además una mejor iluminación y siendo más eficientes ya que  emplean un 30% de energía respecto a los LED.

Como su propio nombre indica funcionan mediante rayos láser. Ofreciendo funciones lumínicas completamente nuevas, como un mayor nivel de seguridad y de confort y, al mismo tiempo, reduciendo el consumo de energía y de combustible gracias a su mayor eficiencia. Esto se debe a las características singulares de la luz láser, descubierta en 1916.

Para empezar, es monocromática, es decir que tiene una sola longitud de onda. Además, se trata de luz coherente, lo que significa que su frecuencia es sincronizada. Por lo tanto, el haz de luz está compuesto por rayos casi paralelos y de gran densidad lumínica, mil veces más intensos que los rayos de luz emitidos por los LED.

La gran intensidad de esta fuente de luz aprovechada en automóviles no se irradia directamente, sino que primero se convierte de manera apropiada para poder ser usada en los automóviles y no dañar a personas y/o animales . Tras la conversión, se obtiene una luz blanca muy clara, agradable a la vista y de muy bajo consumo de energía.

 Otra de las ventajas consiste en el tamaño, ya que un diodo láser apenas mide la centésima parte, es decir, un micrómetro (µm).